Cuando La Asun fue publicada, ya tenía una pequeña comunidad que quería leerla. Una vez podías comprarla y olerla, comencé envíos especiales a instagramers y booksgramers donde acompañaba el ejemplar de unas bragas tamaño Asun o de una merienda que bien pudiéramos encontrar en la despensa de la protagonista.

Una de las destinatarias fue la alegre Abuela de Dragones, a la que le sigo dando las gracias a día de hoy. Puedes ver otros envíos especiales en el destacado La Asun &.

A esto se suman otros concursos, publicaciones en dayketings como Halloween, posts que responden a tendencias del momento y una colaboración con La Cuenta de la Vieja. 

Además de la comunicación digital, en 2021 llevé a cabo una acción de street marketing bastante llamativa. Se trataba de un cartel donde podías leer que una joven estaba harta de su vecina y advertía sobre lo conflictiva que era. Lo pegué en diferentes calles y portales y estaba escrito de manera que pudiera pasar por el típico que encuentras en el ascensor de un bloque. Lo acompañaba con un QR que te llevaba a la página de compra y que me permitía ver las estadísticas de visita. Uno de los carteles lo ubiqué en el pilón de mi casa y la gente me regaló, sin saberlo, momentos muy divertidos.

La Asun sigue creciendo y los mensajes de feedback, contándome que se lo han pasado genial, son un regalazo.